La no tan pérfida Albión: Londres

LA NO TAN PÉRFIDA ALBIÓN:

LONDRES

 

 

Hace tres meses en la Estación del Este, en París, estuve con tres amigos, Santi, David y José, comentando qué ciudad es más bonita, si París o Londres. De los cuatro solo Santi y David conocían Londres, y me acuerdo de lo que comentaba Santi: una ciudad más cómoda de andar, no tan "obra de arte" como París. En una palabra, "más ciudad". Tres meses después puedo dar mi opinión tras haber estado un par de días.

 

Lo primero es que Londres, no es París. Ni Roma. Es totalmente distinta a cualquier gran ciudad que haya conocido. Es grande, enorme, pero no da esa sensación. Todo lo contrario que París, que es demasiado impracticable sin el metro. En Londres esto no pasa. Siempre que te muevas por el centro, claro. Pero es que el centro es algo racional, no un despliegue de fastos como le pasa a París (no es que tenga nada contra París, pero a falta de otra ciudad de dimensiones parecidas que conozca, la compararé con París, y eso que París me gusta mucho). El tráfico es un caos, como toda capital que se precie; se conduce horrible, y no solo porque lo hagan por al izquierda, sino porque los semáforos no se entienden: a veces los coches se paran cuando les da la gana y otras pasan en rojo cuando está verde para los peatones.

 

 

 

 

 

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Picadilly

 

 

 

 

Cuando estás en una isleta da la sensación de que de verdad estás en una "isleta", porque hordas de coches salen de cada lado, haciendo giros imposibles. Eso sí el transporte público funciona perfectamente. Aunque es caro de … narices. Como todo en esta ciudad, ombligo financiero de Europa.

 

Otra ventaja es que muchos museos son gratuítos, salvo los que pertenecen a familias y colecciones privadas. Aunque solo estuve dos días, y me quedé con ganas de ver las Tate Galleries, el Victoria & Albert y otras galerías alucinantes (es increíble la de museos de pintura que tiene), pude visitar la National Gallery y el Museo Británico, que son gratis. Eso sí, a la entrada tienes una urnita de cristal que te recuerda que son gratis desde su fundación (la National en el S. XIX, y el Británico en el S. XVIII) y si quieres hacer una donación para que esto siga siendo así. Por supuesto yo hice mi donación corespondiente en la National. Indudablemente les debe ser caro, muy caro, mantenerlo así. Y seguro que a muchos ingleses, como a algún pastor de Playmounth que no piensa ir en su vida a verlos, que se gasten sus impuestos en eso le parce francamente mal. A mí me parece una buena medida. Puede se egoísta por mi parte, pero todas estas medidas que favorezcan la cultura me gustan. Además tienen muchas ventajas. No se ven las riadas de gente que hay en en otros museos (solo el Británico estaba muy lleno en algunas salas), como el Louvre (lo siento otra vez, París), porque la gente no está tan obsesionada en amortizar la entrada y verlo todo. Con esta medida tú vas con calma, porque sabes que puedes entrar y salir todas las veces que quieras. Por eso ves un público más joven que en otros museos. Y es una forma de compensar los sablazos que te darán en otros sitios.

 

 

 

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Trafalgar Square, con la National Gallery de fondo

 

 

 

La comida inglesa no es tan mala como la pintan. No tiene ni por asomo la variedad de la española, pero no es mala. Lo mas típico, como el fish and chips y el roast-beef con patatas asadas y pudín de Yorkshire, está rico. Los restaurantes tienen un olor muy peculiar, muy distinto al de los nuestros, pero la comida no es mala. Tendría que probar más platos, pero los que conozco están bien. Aunque no sé si podría comer eso mismo siempre, todos los días.

 

Al igual que los franceses, los ingleses hacen gala de un chovinismo apuballante, como monumetos en cualquier esquina de sus personajes grandes y no tan grandes. Eso está bien gente, sin complejos. Aunque muchos sean piratas.

 

 

 

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Estatua de Nelson en Trafalgar Square

 

 

 

Y también pude zambullirme, aunque solo de pasada, en la vida musical de la ciudad, que es una auténtica pasada, ya te guste el pop, el jazz, el musical o la música clásica. Los que ya me conocéis sabéis que me decanto por esta última, y fui al Royal Festival Hall, en el Southbank Centre (frente a la City) a un concierto de la Sinfónica de Chicago, dirigida por Ricardo Muti. Una maravilla. Aunque no tenemos mucho que envidiarles, salvo la variedad que tienen. Leyendo el programa de la temporada se ve que allí van todos los grandes. Envidia, envidia, envidia.

 

 

 

 

 

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 Orquesta Sinfónica de Chicago

   

 

 

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 Ricardo Muti

 

 

 

Lo dicho, una ciudad para volver. Una delicia para los que nos gusta callejear y perdernos por cualquier sitio (encontré de casualidad callejeando al tienda de discos más impresionante que vi en mi vida, cuyo dueño era el típico inglés: bajito, pálido con pajarita y chaleco a cuadros). He de volver (aún tengo el programa de la temporada, y un viaje relámpago cogido a tiempo no es muy caro). Rule Britannia! Britannia rule the waves!

 

 

 

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En el Parlamento

 

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8 respuestas a La no tan pérfida Albión: Londres

  1. Alfredo dijo:

    Qué horror! Últimamente todo el mundo me cuenta su viaje a Londres y yo mientras con las ganas que tengo aquí, compuesto y sin novia… Cómo es eso del típico chaleco de cuadros inglés?

  2. Javier dijo:

    Hola Joaco.Aunque nunca haya estado en Inglaterra, y a pesar de lo que pueda sentir por los hijos de la Gran… Bretaña, he de decir que posiblemente sea una de las ciudades que más pueden impresionar a uno. En cuanto a: "Y
    seguro que a muchos ingleses, como a algún pastor de Playmounth que no
    piensa ir en su vida a verlos, que se gasten sus impuestos en eso le
    parce francamente mal"Bueno, eso que se lo digan a los griegos y egipcios que seguro si que gastarían sus impuesto en cuidar sus… Ah, no! Que se los robaron, es cierto. En fin, que se pueda visitar gratis es un punto a su favor.Dos cosas más:1º Se te olvida el Heavy y el Rock. En Inglaterra también tienen mucha importancia (o al menos la tuvieron)2º Toda mi vida pensé que era: "Rule Britannia! Britannia rule the world!"Un saludo, Javi. Podeis leerme en http://www.lacomarcaperdida.blogspot.comP.D.: Me dijo Judoka que le llamase esta noche, aunque no llege a cenar con vosotros igual tiene pensado hacer algo luego. Ciao

  3. Joaquín dijo:

    La verdad es que desde que existe este vuelo directo Coruña-Santiago con Cilckair, es comidísmo y bastante barato ir. Y en cuanto a lo de un chaleco de cuadros inglés, Alfredo, imagínate el tipo de chaleco que se ponen los Monthy Pyton cuando quieren imitar a una clásica y tradicinal familia británica. Ése es.
     
    Como sabes (o si no lo sabes te lo cuento), Javi, yo no soy muy amigo de los ingleses. Y no por ninguna razón en especial, sino porque no me gusta su actitud chulesca y pirata. Aunque, todo hay decirlo, no se averguenzan de su historia. Lo que es una buena virtud. Y voy a lo de piratas. Al salir del Museo Británico, me dieron un papelito, que pensé que sería la típica propaganda de un restaurante económico que les dan a los turistas. Y no. Era un papel pidiendo la repatriación de los frisos del Partenón. Indudablemente conservo el papel. Yo tampoco estoy muy de acuerdo con estos "robos". Pero hay que admitir que si no fuera por ellos estas piezas se habrían perdido. Aunque se pasaron un poco-bastante, porque arramplaron con todo. El que haya que devolverlas o no dependerá de las garantías que ofrezcan estos países para que se mantengan, porque la verdad, es que da gusto como las enseñan allí.
     
    Siento haberme olvidado del Heavy y del Rock, pero cuando hice esa enumeración de tipos de música no pretendía ser exhautivo, sino decir que en Londres puedes encontrar de todo. Y yo también pensaba que en la letra del Rule Britannia, aparecía el Britannia rule the world, pero Internet me sacó de mi error, y como puse, no es World sino Waves, lo que hace que respire más aliviado.

  4. Viriato dijo:

          Ya veo: dos temas interesantes, ¿eh? A ver…      1. Me parece mal que la gente acepte sin más tener ciertas antipatías o simpatías por unos u otros países, casi tanto como que acepte que hay personas malas malísimas y otros buenos buenísimos. Para empezar, los países son una realidad histórica muy chunga de definir (Inglaterra no es Gran Bretaña, Gran Bretaña no es el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el… bueno, el R. U. de G. B. e I. del N. no es el Imperio Británico, etc.) y, sin embargo, a unos los hacemos herederos de otros, como si los hombres de un tiempo no tuviesen libertad para actuar al margen de o juzgar a sus antepasados, o como si pensásemos que todos los ingleses (o incluso una pequeña mayoría) formasen una mente-colmena que articula la idiosincrasia y la mentalidad británica. Aunque no asumamos todo esto, no creo que ningún país se merezca la antipatía de nadie. En el caso de Inglaterra (o Gran Bretaña, o el Reino Unido de…), es cierto que pueden resultarnos arrogantes, ladrones sin escrúpulos, fríos flemáticos, horteras, conservadores, etc.; pero en el fondo son gente normal y corriente, como nosotros. No creo que la ejecutiva de una aseguradora de la City tenga en sus venas la esencia de Sir Francis Drake. Además, yo admiro muchas cosas de los ingleses: que crean desde hace mucho tiempo más que el resto del mundo que cada uno de los miembros de su comunidad tiene derechos consuetudinarios inalienables, por ejemplo. Eso en el ámbito moral, o político, o como queráis llamarlo. Por otro lado, ¿cómo no entender el orgullo que siente un inglés del siglo XVIII al ver como los barcos de su país dominan la práctica totalidad de los mares del mundo, superando a naciones tan poderosas, como Francia o antiguamente España, venciendo a una potencia como Holanda, y dominando vastas regiones de un mundo exótico como es la India? ¿Cómo no compartir la emoción de un inglés que ha vivido los bombardeos de Londres durante la II Guerra Mundial y que ha visto como Inglaterra, ayudada por hombres y mujeres libres de todo el mundo, conseguía salir del infierno y vencer a un enemigo tan poderoso como la Alemania nazi? ¿Cómo negarle a un inglés que las dos democracias de facto más populosas del planeta (EE.UU. y la India), las que han conseguido organizar de una forma más o menos libre y eficaz a un mayor número de ciudadanos, son ex-colonias británicas? No tenemos nada que envidiarles desde España, pero tampoco me cuesta nada aplaudir o admirar la obra de los hombres de otras culturas y otros tiempos (como los sofistas griegos, o los ingenieros y administradores romanos, o los monjes medievales y los frailes mendicantes, o los exploradores de todos los tiempos y lugares, etc.), entre ellos los antepasados de los ingleses, de los que los propios ingleses deben estar muy orgullosos, aunque sepan asumir también los errores cometidos (la herencia o es completa o no es herencia).      2. Por otro lado, estoy de acuerdo en que las obras expoliadas serán devueltas cuando los países originarios sean capaces de cuidarlas: las obras del pasado no son patrimonio de una comunidad política concreta, sino de toda la Humanidad.      "¡Viva Britania! ¡Britannia manda sobre los mares!" Sobre todos los mares, que, para ellos, es lo mismo que en todo el mundo. Así que, sigue preocupándote, Joaco.

  5. david dijo:

    Cada día que pasa es la "cada vez más perfida albión". Eso de que el centro de londres es practicable sin metro se lo dirás a todas, ¿Intenta ir de forma cotidiana desde el museo de historia natural en Kensington hasta la city (ya no digo hasta Euston o hasta Tower Hill) he pasado los suficientes veranos como para saber que el centro de londres es todo lo inmenso que una ciudad de 12 millones de habitantes se puede imaginar. Pero la diferencia es que carece de las intervenciones quirúrgicas parisinas tan propias del XVIII-XIX y del Barón Haussman que otorga a la ciudad una gran monumentalidad y perspectiva.

  6. david dijo:

    Por cierto te falta el detelle de la mano en el hombro con caráctre marcial como en tu retrato institucional.

  7. Nictato dijo:

    Estoy de acuerdo con Joaqui en que Lodres es una gran ciudad (no sólo populosa), lo que no quita que la pérfida, siga siendo la pérfida.A mí la ciudad me ha gustado mucho las veces que he estado, siempre menos que David. Y estoy de acuerdo con él: el metro es imprescindible, salvo que tengamos ganas de morir en el empeño.Me alegro, en cualquier caso, que lo pasases bien por aquí.

  8. Joaquín dijo:

    El decir que los ingleses me son más o menos simpáticos es un simplismo (de los muchos que utilizamos a diario), pero sería estúpido por mi parte, negarles las grandes obras que han desempeñado. A pesar que para algunos sigan siendo un pueblo de pérfidos piratas. El rechazar algo por sistema porque venga de un determinado país o región, indica falta de miras y estupidez. Primero porque muchas de las costumbres que les criticamos, pueden ser igualmente criticadas por ellos al referirse a nuestra cultura (a fin de cuentas todos nosotros pertenemos a la misma cultura occidental, que aunque existen diferencias entre los distintos países y regiones, tenemos muchos más puntos en común que diferencias). Segundo porque partimos de una reducción absurda: todos los miembros de una comunidad se comportan de la misma forma. O el haber conocido a una familia de ¿daneses?, ya nos da la posibilidad de extrapolar todo lo vivido copn ellos a toda Dinamarca.
     
    De los ingleses siempre se ha criticado su afán imperialista, y he sido un idiota al no darme cuenta de la equivalencia waves con world. Gracias, Viri, por sacarme de la inopia.
     
    La ordenación urbanística de Londres es muy diferente a la de otras grandes metrópilis europeas (ya no hablemos de las estadounidenses), como París o Barcelona. No hay grandes avenidas, probablemente porque no interesan. No hay grandes edificios, exceptuando la City, y es consecuente con su forma de entender el arte, que como sabemos tiene poca represenación. Es un estilo ecléctico y funcional. Como todo Londres. De ahí su encanto.

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